El Ciclo Infinito del Paisaje:
- octubresanchez
- 4 oct 2023
- 4 Min. de lectura

La naturaleza es una obra inacabada un lienzo infinito en constante transformación. El paisaje que admiramos hoy en día es el resultado de un proceso mágico y asombroso que se viene extendiendo a lo largo de millones de años de manera continua. En este artículo, exploraremos la idea de que el paisaje se recicla utilizando como marco conceptual la relación tierra - raíz que inicia con la simiente raíz crece como tallo hasta convertirse en árbol y cómo este con el tiempo se transforma en polvo. De mis travesías corre, corre por los campos enfundado en mi piel de artista extraigo experiencias y observaciones que comparto a través de mi trabajo artístico.
Al observar los ciclos y roles de los elementos en el paisaje llama la atención como el polvo se acumula durante milenios, dando lugar a majestuosas montañas, lugares místicos que muchas culturas originarias consideraban sagrados. La montaña es la expresión más elevada del paisaje, el espacio donde la tierra parece decir Yo Soy. Pero no son sólo los metros sobre el nivel del mar los que generan esa sensación de misticismo que uno experimenta. Es quizás la convergencia o alineación de las distintas capas de experiencias subconscientes que llevamos en la memoria biológica y genética del cuerpo hecho con el mismo material de aquella majestad, la resonancia es posible entre materiales semejantes. La montaña creció por el empuje interior de su propia fuerza telúrica tal energía contenida como un vórtice es atemporal por ello el Chirripó, el Turrialba o cualquier otra montaña hoy es tan sagrada como antes de la conquista. Basta subir hasta la cima para comprobar que es cierto hoy día. Conectar con la montaña es como adentrarse en la dimensión enrarecida de uno mismo, hasta percibimos su “magia cuando sentimos que el tiempo se detiene”. La montaña es un símbolo poderoso y concreto de la divinidad de la tierra ante esto es fácil comprender que no necesitábamos dioses de otro Olimpo.
La Raíz es Semilla de la Belleza
Para tratar de explicar el fenómeno tan fascinante del paisaje intentare esta analogía: La raíz es una estructura oculta y sostiene la belleza que experimentamos en la superficie. En cierto modo se podría decir que la raíz es el origen arquitectónico de la Belleza
Necesitamos comprender plenamente la raíz como estructura maravillosa del paisaje que admiramos en la superficie, por ello debemos proteger los arboles y con su efecto las raíces invisibles pues son la base de todo. Las raíces de los árboles son un entramado de hilos que soportan y dan vida, Se extienden y conectan toda la ingeniería que hay bajo el suelo. Acá ocurre un ejemplo muy hermoso de cooperación entre los hongos micorrisa y las raíces creando “extensiones virtuales” para que plantas y arboles puedan alcanzar el agua y nutrientes cuando no pueden por si solos. Estas raíces, aunque ocultas a la vista representan un ideal diferente. La belleza de lo esencial siempre oculta permanece en lo profundo, pues no se experimenta con los ojos. Como un artista que prepara su lienzo, las raíces son la base de imprimación sobre la que construye el cuadro de la naturaleza.

El Árbol que se Convierte en Polvo:
A medida que el tiempo avanza, los árboles crecen y son como héroes anónimos del bosque, ecosistemas vivientes la majestuosidad y generosidad es parte de su naturaleza. Sin embargo, como todas las cosas en la vida, llega el momento final de su ciclo de vida. Es aquí donde la metáfora cobra vida. Los árboles en lugar de desvanecerse en la oscuridad, se convierten en polvo, retornan a la tierra que los nutrió. Esta transformación lejos de ser el fin es una parte vital del ciclo de reciclaje del paisaje. El la cima de Pico Blanco encontré un árbol un roble quizás. Luego de muchas décadas en descomposición y meteorización se ha convertido en Tierra pero aun conserva la forma del tronco. Llevé una muestra al estudio para luego hacer una obra que lo visualice y dignifique.
El Polvo que Crece en Montañas Sagradas:
El polvo, el resultado de la descomposición de árboles y plantas no se pierde ni se olvida. Con el tiempo se acumula en capas sobre capas y se solidifica bajo la presión geológica formando majestuosas montañas. Estas elevaciones no son solo accidentes geográficos; son cunas de misterio y sutil belleza. Para muchas culturas originales estas montañas consideradas sagradas. Eran puertas hacia lo divino, para conectar con deidades y beneficiarse con un aura de su poder místico.

La Raíz como Estructura Oculta de la Belleza:
En esta analogía la raíz es la estructura oculta que sostiene la belleza experimentada en la superficie del paisaje y sugiere una observación más profunda de la naturaleza. Las raíces, aunque invisibles son la columna vertebral de la vida en la tierra. Son el anclaje del bosque y también del suelo protegen los nutrientes de la escorrentía. Como soporte invisible de una obra maestra, las raíces conectan, nutren y sostienen todo lo que vemos en la superficie. Son la clave para comprender por qué el paisaje se recicla de manera tan asombrosa. Cuando uno sube a Pico blanco puede verificar como las raíces sostienen las enormes estructuras de piedra que conforman aquella montaña.
Conclusión
En resumen, la idea de que el paisaje se recicla es una observación fascinante de la naturaleza en constante transformación. Desde la raíz que crece como tallo para convertirse en la estructura de bosque, encontramos un ciclo infinito de renacimiento y renovación.
Este ciclo nos invita a reflexionar sobre lo que es esencial y replantear nuestra manera de acercarnos al relacionarnos con la naturaleza de tal modo hagamos distinción entre la belleza de nuestras programaciones socioculturales y lo trascendental de cada escenario.
Si el paisaje es una sinfonía de vida, las raíces son las notas en la melodía de la naturaleza. A medida que conectamos con el paisaje acercamos a nuestra verdadera naturaleza que conecta en lo invisible, con las raíces profundas que sintonizan la tierra y los sueños.
Comentários